Este Pan Marmoleado me trae muy buenos recuerdos, cuando en verano lo horneábamos en casa de mis vecinos, los Rugama.

Eran nuestros primeros pininos horneando.

Pan Marmoleado

Tiene muchos años que no veo a la familia, pero pronto viajaré a Querétaro (para nuestra reunión anual de la preparatoria) y tendré oportunidad de pasarlos a visitar.

El pan es sencillo de elaborar, pero algunos puntos deben de considerarse.

Pan Marmoleado

1. No usar mas de 4 cucharadas rasas de cocoa
2. Integrar a mano secos y húmedos, salvo que tengas batidora con aspa especial para masas espesas, yo batí la mantequilla con el batidor de globo, y cuando integré harina-leche cambié al batidor de pala (batidora KitchenAid)
3. Puedes utilizar leche entera o light, pero queda mejor con evaporada
4. Para esta masa elije un molde suficientemente alto, porque crece mucho (por los polvos de hornear, el número de huevos y la batida con el globo).
5. Yo hice un tanto de masa de vainilla (250 grs de harina) y otro tanto de cocoa (250 gramos de harina). Con esto me salieron dos panes y nueve cupcakes (no es lo ideal hacerlo en moldes chiquitos, mejor en grande)

Va la receta

Pan Marmoleado de Graciela

 

Ingredientes:

250 gramos de mantequilla
250 gramos de harina
5 huevos
Vainilla
3-4 cucharadas rasas de Cocoa
3/4 taza de leche evaporada
3 cucharaditas de polvo de hornear
250 gramos de azúcar

Pan Marmoleado

Procedimiento:

Engrasa un molde, colócale papel encerado y vuelve a engrasar. Reserva.

Precalienta el horno a 180 grados.

Se bate la mantequilla y el azúcar, hasta que esponje. Agrega uno a uno los huevos. Bátela por cinco minutos más.

La siguiente etapa se revuelve a mano, con pala de madera, con movimientos lentos para integrar los secos (harina, polvos de hornear) con la leche evaporada.

Divide la masa en dos partes. A una se le pone la vainilla a la otra la cocoa cernida (muy importante colarla, para no encontrarte con terrones de cocoa).

Para vaciarlo en el molde se alternan cucharadas de vainilla – chocolate

Pan Marmoleado
Cuando termines, coloca una servilleta de tela en la mesa, y sobre ella golpea el molde para que se emparejen las dos masas antes de meterlo al horno.

El pan lo metí al horno a 180 grados, y en los primeros quince minutos duplicó su tamaño. Tuve que bajarle la temperatura a 150 grados, para que no se botara la masa. Así se quedó por 35 minutos más. Cincuenta en total.

Con un palito de brocheta (o con cuchillo también se puede) haz la prueba para ver si ya está cocido. Si el palito sale limpio, está listo.

El pan queda muy suave y esponjoso, por lo que es preferible esperar unos 20 minutos para desmoldarlo.