¿Y qué sería de los tamales, si no tuvieran a su lado una humeante taza (o jarrito) de atole?

No tienen idea la cantidad de veces que compré guayabas en el último trimestre (si, desde día de muertos) por el antojo atravesado de una taza de Atole de Guayaba.

Son varios los atoles que me encantan, el champurrado, el arroz con leche, el de cajeta. Pero sin duda, mi predilecto es el Atole de Guayaba.

Noooo, no señores y señoras, no es atole de Maizena. El que me encanta es atole de masa, hecho con agua y endulzado con piloncillo. Por supuesto, no lleva leche.

Aquí les va la receta.

Atole de Guayaba

 

Ingredientes:

4 tazas de agua
½ pieza de piloncillo
Una rama de canela
50 gramos de masa
3 guayabas

 

Procedimiento:

En una olla pon a hervir por 5 minutos el agua, el piloncillo y la raja de canela.

En la licuadora coloca las guayabas, la masa y un poco del agua caliente de piloncillo. Ya que esté medio licuado, añade un poco mas del agua que está en la lumbre.

Regresa lo licuado a la olla que hierve, colándolo previamente. Toma el tiempo, debe de hervir todo junto al menos por 20 minutos a fuego medio, sin dejar de revolver. Lo que pretendemos es cocer la fruta y la masa, además de evitar que se nos haga grumos el atole.

El Atole de Guayaba debe de quedar muy bien integrado.

El Atole de Guayaba debe de quedar espeso.

Si llegara a suceder que se espesa demasiado, puedes agregar un poco de agua.

Para estas mañanas heladas de invierno, podemos tomar un atole acompañado de tamalito, o pan.