La primera vez que los vi fue como el burro que tocó la flauta, caminaba por los pasillos de La Merced, y de repente el letrero “Charales Tripita” captó mi atención. La mujer que me los vendió me los dio a $70 los 250 gramos.

No se si por donde ustedes vivan estos charales sean comunes, pero aquí en Ciudad de México no lo son. $280 el kilo, cuando el charal de tamaño regular está a $100 el kilo. Además, caminé mucho buscándolos esta segunda vez. Solo encontré un lugar donde los vendían.

A diferencia de mi receta anterior de Charales con Huevo, estos Charales Tripita son tan chiquitos que no se descabezan y los tienes que lavar, porque vienen con polvo y con pedacitos de conchita. El agua ayuda a limpiarlos y a que las conchitas sobresalgan para que se las puedas quitar. Además, humedecen (obvio) la preparación, me ha gustado eso de enjuagarlos con agua caliente.

Yo los he preparado revueltos con huevo, y algunas veces les añado una papa chica.

Esto es como la manjúa, que si la ves debes de comprarlos, y como están secos, no se echan a perder.

La receta es muy sencilla, y por supuesto lo básico es preparar una buena salsa y tortillas hechas a mano o arepa o pan calientito

Charales Tripita con huevo

Ingredientes:

Para una persona
1/2 de taza de charales tripita
2 huevos
Sal
Pimienta
Aceite

Procedimiento

Coloca los charales en un colador y enjuágalos con agua caliente por un minuto. Quita cualquier impureza que pueda tener. Sacude un poco para quitar el exceso de agua y pon los charales sobre una servilleta de cocina (papel).

En una sartén a fuego bajito pon a dorar los charales, removiendo ocasionalmente. Esto por cinco minutos, y es para quitar el exceso de agua. Añade un poco de aceite y deja que se frían los charalitos. Agrega los huevos y revuelve bien, como lavaste los charales, debes de agregar un poco de sal a la mezcla. Los huevos deben de quedar tiernos, que no se doren.