El vino

El vino

Autor: Bianca Bosker
Editorial: Océano
Lugar y fecha de publicación: México 2018
Páginas: 385 páginas
Precio: Gandhi $335 , Amazon $335  (los precios pueden variar)
ISBN: 978-607-527-572-7

 

Sinopsis:

Bianca Bosker, periodista profesional y bebedora aficionada, no sabía mucho de vinos… hasta que descubrió un universo alterno en donde el gusto es el sentido supremo, un mundo de sommeliers de élite que dedican sus vidas a la conquista del sabor. Fascinada por el fervor y los poderes sensoriales casi sobrehumanos de estos personajes, se lanzó a descubrir las raíces de su obsesión, y a averiguar si podía convertirse en uno de ellos. Con una buena carga de curiosidad, humor y escepticismo, Bosker nos lleva entre grupos de cata semiclandestinos, restaurantes exclusivos, fábricas de producción enológica masiva y hasta un estudio neurológico por resonancia magnética, en busca de responder la pregunta más apremiante de todas: ¿por qué nos importa tanto el vino? Sus hallazgos cambiarán para siempre tu manera de beber… y quizá también tu forma de vivir.

 

¿Por qué en El lugar de Beatriz?

El martes 26 de noviembre tuve mi clase número 16 del Diplomado Profesional en Vinos para la Formación del Sommelier. Ha sido una experiencia maravillosa, y si bien aún no inicio haciendo entradas sobre vino en el blog, no quiero dejar de platicar sobre este ensayo-novelesco que me ha ilustrado mucho y que ha hecho llevadera esta faceta de conocer sobre el mundo del vino.

 

Mi opinión (Excelente, Muy bueno, Me gustó-pudo ser mejor, No vale la pena, Muy malo)

El libro es Muy bueno, cargado de información. Además, tiene la visión de una novata aficionada, que cuando conoce el mundo del vino, no lo puede dejar.

Lo más bonito es que me cambió el enfoque que tenía sobre la figura de los sommelier, que son contratados para hacernos gastar más en los establecimientos donde trabajan. No señor, Bianca Bosker acaba casada con la idea de compartir lo que sabe para meternos el gusanito de no quedarnos con las dos tres uvas que conocemos, nos invita a adentrarnos a investigar, a probar y a no temer apoyarnos en quienes saben del tema.

Este es un libro que deben de leer quienes estamos iniciando en conocer sobre vinos (novatos) o para quienes se quieren dedicar a la labor de los sommelier. La novela es divertida (aunque un par de capítulos se me hicieron muy pesados). Te interese o no el tema, la puedes disfrutar.

 

Algo para recordar

Este libro es un recuento del año que pasé entre fanáticos del sabor, científicos sensoriales, grandes cazadores de botellas, mentes maestras del olor, hedonistas alegres, vinicultores que rompen las reglas y los sommelier más ambiciosos del mundo. Ésta no es una guía para compradores de vino, ni una celebración crédula de todas las tradiciones del consumo de vino. De hecho, este libro explora las formas en que la industria es, en palabras de un economista de vino de la Universidad de Princeton, “intrínsecamente propensa a las tonterías”. Pero si dejamos de lado las tonterías, lo que queda es un conocimiento que tiene relevancia muy por encima del ámbito de la comida y la bebida.

No es tanto el recorrido de la uva a la copa (aunque habrá vistazos de cómo se hace el vino), sino más bien una aventura de la copa a la garganta: hacia el loco mundo de la obsesión y apreciación del vino en todas sus formas y con todas sus imperfecciones. Es una investigación de cómo nos vinculamos a un líquido con una historia de siete mil años que ha encantado a los faraones de Egipto, granjeros desposeídos, zares rusos, magnates de Wall Street, padres de familias suburbanas y chicos universitarios chinos. Prepárense para ir tras bambalinas de los comedores de estrellas Michelin, en bacanales orgiásticas del uno por ciento de la población, a volver en el tiempo a los primeros restaurantes y a entrar en máquinas de resonancia magnética y laboratorios de investigación. A lo largo del camino, conocerán al demente que me inició, al cork dork (literalmente algo así como obsesivo del corcho, en español) que me entrenó, al coleccionista de vino de Borgoña que intentó seducirme y al científico que me estudió.

La relación entre el sabor y la valoración de la vida fluye a través de nuestro lenguaje. Decimos que la variedad es el “sazón” de la vida. En español, el verbo gustar -agradar o complacer- proviene del latín gustare, que significa “saborear”, la misma raíz de la palabra gustatory en inglés, que se refiere a saborear. Así que en español cuando dices que te gusta algo -la ropa, la democracia, una obra de arte, un abrelatas- estás, en un sentido antiguo, diciendo que te sabe bien. En inglés, cuando nos aplicamos a algo con pasión y entusiasmo, decimos que hemos hecho algo con gusto, que proviene de la misma raíz latina.

Cuando a una persona le gustan las cosas correctas se dice que tiene “buen gusto”, sin importar si esas cosas, como la música, no pueden ser saboreadas.

El gusto no es sólo nuestra metáfora estándar para saborear la vida. Está tan incrustado en la estructura de nuestro pensamiento que ha dejado de ser una metáfora. Para sommeliers, los estudiosos de los sentidos, los enólogos, conocedores y coleccionistas que conocí, tener un mejor gusto es vivir mejor y conocernos más profundamente. Y yo me di cuenta de que tener mejor gusto debía comenzar con el comestible más complejo de todos: el vino.

 

De la Autora – Bianca Bosker

 

Bianca Bosker es una periodista galardonada que ha escrito sobre comida, vino, arquitectura y tecnología para diferentes medios impresos y electrónicos como The New Yorker The Atlantic, T: The New York Times Style Magazine, The Wall Street Journal, The Guardian y The New Republic.

 

 

Los Libros de Bianca Bosker

El Vino es el único libro en español de esta autora (creo que es el único, español o ingles)

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