Una de las maravillas de ver televisión hoy día, es que casi todos los programas vienen ya traducidos, y estoy segura que mas de alguno me dirá: “Estás loca, lo mejor es verlos en el idioma original”. Pues no, mi pantalla está en la sala, y desde la barra de mi cocina, mientras trabajo en alguna receta, puedo “ver-oír” los programas o series de Netflix.
Sin embargo, tengo mi lista de programas coreanos y japoneses que me han hecho sentarme en el mueble, y no hacer otra cosa que seguir su maravillosa trama, ya que vienen en su idioma original.
Este día les platicaré de uno que acaba de estrenar su segunda temporada (oh sorpresa enterarme que la serie en Japón es todo un éxito y cuenta con cinco temporadas (2009, 2011, 2014, 2017 y 2019), de las cuales las dos últimas salieron internacionalmente gracias a Netflix (tan aplaudidas, que corea y china copiaron el concepto, pero no tuvieron tanto éxito como la serie que aquí les platico).
La serie está basada en la manga que lleva el mismo nombre Midnight Diner: Tokyo Stories de Yarō Abe. Los capítulos se desarrollan en una “taberna japonesa” pequeña, llamada Izakaya con 12 asientos acomodados en forma de U, que abre a media noche y cierra a las 7 de la mañana.
Cada episodio lleva el nombre de un platillo que prepara el chef, y la historia gira sobre un comensal que pide ese platillo. Las recetas preparadas son sencillas (la carta es limitada), con frecuencia los comensales entran y preguntan si se prepara tal o cual cosa en el lugar.
E1 Caldo de vegetales con fideos
E2 Salchicha empanizada
E3 Tonteki
E4 Omurice
E5 Tofu de huevo
E6 Ciruela agria y vino de ciruela
E7 Hot por para uno
E8 Batata Salteada
E9 Chuleta de Cerdo
E10 Fideos de Nochevieja, otra vez
La clientela suelen ser sencillos trabajadores, prostitutas, choferes, comediantes, oficinistas, locutores de radio, aunque un par de veces han llegado personajes de dinero.
El rol del Chef (que jamás lo llaman por su nombre), es de cocinero, psicólogo, terapeuta y hasta niñero. Suele escuchar a los comensales y da consejos. Cada historia que presentan ofrece una lección vida.
La enorme cicatriz que tiene el chef sobre el ojo izquierdo le da un aire de misterio, su voz grave y suave (como murmullo), ayuda.
Cuando la gente termina su día y se apresura para llegar a su casa, empieza mi día. Mi restaurante abre de medianoche a las siete de la mañana. Lo llaman “El restaurante de medianoche”.
Menú fijo: Sopa Miso con Cerdo, Cerveza, Sake y Licor de Shochu. Es todo lo que hay en el menú. Pero preparo cualquier cosa que quieran los clientes. Siempre que tenga los ingredientes. Esa es mi política. ¿Tengo suficientes clientes? Más de lo que cualquiera esperaría.
MIDNIGHT DINER: TOKYO STORIES me ha gustado mucho por sencilla, con historias cortas (23 minutos cada capítulo). Los capítulos no están entrelazados, tiene contenido gastronómico-filosófico-humanista. Te queda la sensación de bienestar, de paz, de aprendizaje…un tanto de nostalgia. Y a pesar de que la mayoría de lo guisado por el chef es ajeno a la usanza occidental, no puedes evitar que se te haga agua la boca.