Otro pastel de los años setenta que no faltaba en casa para los cumpleaños y tampoco para festejos navideños.

Diferente y con una combinación de sabores novedosa.

Tiene además la ventaja que lo puedes preparar para personas intolerantes al gluten.

Mi mamá lo hizo este fin de semana en sus dos versiones, utilizando pan Bimbo sin orillas y pan Bimbo sin gluten.

Incluso preparó la mermelada de piña casera para garantizar que no tuviera ningún tipo de gluten.

Yo le ayudé a prepararlos…pero no lo probé porque lo sirvieron esa noche. No me quedé en Puebla para disfrutarlo.

No pude resistir hacer otro más…para mi solita.

A continuación, la receta

Pastel de Queso

Ingredientes:

1 barra de Pan Bimbo sin orillas o 1 barra de Pan Bimbo sin gluten ***
6 huevos
150 gramos de queso amarillo
1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
2 barras de mantequilla gloria (o de buena calidad)

1 frasco de mermelada de piña
O
1 piña
¾ taza de azúcar
2 cucharadas de fécula de maíz
½ limón (jugo)

*** En realidad puedes ocupar el pan de caja que tu tengas a la mano: blanco, integral, entero (le quitas la orilla y lo rebanas) con gluten, sin gluten, y se me ocurre que hasta pan negro puedes utilizar.

Procedimiento:

Este pastel para mi gusto sale muy dulce con la mermelada de piña. Es mejor si preparas mermelada casera.

Mermelada casera: Pica la piña en cuadritos chiquitos (hazlo sobre un plato para que no pierdas los jugos). Licúa una taza de piña con la fécula de maíz y el azúcar. En una olla coloca el licuado de piña y el resto de la piña picada. Ponla en la lumbre a fuego bajo, revolviendo de vez en cuando. La mermelada debe de hervir por lo menos 10 minutos para que se cueza la fécula de maíz. Resérvala.

Licuado de leches: En la licuadora licua la leche condensada, la leche evaporada, las 6 yemas y las dos barras de mantequilla.

La batidora de mi mamá dejó un tanto granulada la mantequilla. Mi licuadora (Vitamix) dejó las leches cremosas. Cualquiera de las dos está ok. Vacía el licuado en un recipiente hondo.

Licuado de Queso Amarillo: en la misma licuadora donde procesaste las leches, ahora licua el queso amarillo. Yo utilicé un cucharon del licuado de leches para procesar el queso. Este debe de quedar un tanto espeso.

Si utilizas un refractario rectangular o cuadrado, puedes ocupar las rebanadas enteras, y cuando requieras, utilizar partidas para rellenar todos los espacios.

Como yo ocupé un molde ovalado, me resultó mejor partir cada rebanada en dos, y también utilicé triángulos.

Es preferible que este pastel lo prepares en refractario, porque si utilizas un molde con teflón, seguramente lo rayaras cuando rebanes el pastel, que se tiene que presentar en el molde donde lo horneas.

Si utilizas el pan sin gluten, asegúrate de remojar muy bien cada rebanada, porque es un poco más seco que el pan sin orillas.

Para Armar el Pastel

1era capa: debes de remojar cada rebanada de pan en el licuado de leche, y cubrir el fondo de un refractario.

2ª capa es de mermelada de piña (la mitad de la que hayas preparado).

3era capa es de queso amarillo (esta es una sola capa). Ayúdate con una espátula para distribuirlo de forma pareja.

Aquí hago un paréntesis. Mi molde azul es alto, alcanzó perfecto para 3 capas de pan. Si tu refractario no lo es tanto, considera solo dos capas de pan y utiliza mermelada suficiente porque será una sola capa.

4ta capa de pan, nuevamente remojado en las leches.

5ª capa de mermelada

6ª capa de pan. Si sobra leche, distribúyela por encima del pastel.

Precalienta el horno a 365 grados centígrados

Para el Merengue

Bate las 6 claras a punto de turrón y añade media taza de azúcar. Se trata de un merengue crudo que se cocerá cuando hornees el Pastel. Lleva poca azúcar porque el pastel tiene la azúcar necesaria.

Distribuye el merengue sobre el pastel. Yo le di forma redondeada, pero igual te puedes ayudar de un tenedor para hacer piquitos. Utilicé una sola cucharada para rociar el merengue.

Mete el molde al horno, baja la temperatura a 250 grados centígrados y hornéalo por treinta minutos. Después de este tiempo me asomé a ver mi pastel, había adquirido un hermoso color dorado.

Deja que se enfríe antes de comenzar a servirlo.

Si lo refrigeras antes, batallarás para servir la primera rebanada, pero las siguientes será fácil servirlas.

Este pastel me trae muy buenos recuerdos de mi niñez, y para quien lo prueba, resulta ser una deliciosa sorpresa la combinación de lo salado del queso amarillo y la mermelada de piña.

No pude evitar sentir nostalgia cuando vi las gotas que se le hacen sobre el merengue al pastel…