Rosquitas de Nata

Estas Rosquitas de Nata son especialidad de mi madre. Aún recuerdo como se sentaba en la mesa de la cocina y con la masa ya preparada, iba formando pequeñas rosquitas que aplastaba en un plato con azúcar. En cuanto comenzaba a hornear, las hijas ibamos desfilando poco a poco hacia la cocina, porque el olor a nata es irresistible.

¿Ya les había contado que ella opina que entre más chiquitas las galletas, más finas se ven?

Rosquitas de Nata

Pues bien, imaginen las pequeñas rosquitas (en la palma de la mano cabían al menos 4 o 5 galletas). Hacía un par de kilos que guardaba en enormes latas.

Teníamos galletas para largo tiempo.

Rosquitas de Nata

Va la receta:

Ingredientes

280 gramos de harina
100 gramos de mantequilla (1 hora antes fuera del refrigerador)
1 taza de natas
4 cucharadas de azúcar
2 cucharaditas de polvos de hornear
4 yemas

Rosquitas de Nata

Procedimiento

Bate la mantequilla y el azúcar a velocidad media, para que se vaya integrando. Añade la nata y deja que se bata al menos cinco minutos más. De uno en uno ve agregando las yemas. Deja un minuto entre cada yema.

Ahora toca los ingredientes secos. Baja la velocidad al mínimo y comienza con los polvos de hornear. Por último, la harina de cucharada en cucharada.

La masa queda muy suave.

Vacíala en una superficie plana, enharinada. Revuelve un poco y forma una bola. Pártela en cuatro partes y métela en el refrigerador, mientras preparas las latas o charolas que necesitaras para hornear las galletas.

Para esta cantidad podrías utilizar de dos a tres latas o charolas que debes de rociar con aceite en aerosol y quitar el exceso con una servilleta. No mucho porque la galleta tiene la grasa de la nata, pero igual tiende a pegarse un poco.

Has puritos y une las puntas para formar una rosca.

Ten a la mano un plato con azúcar donde aplastarás las rosquitas. Acomódalas en la charola.

Ve sacando cada cuarto de masa.

Forma pequeñas bolitas (recuerda: entre más pequeñas, se ven más finitas).

Rosquitas de Nata

Precalienta el horno a 250 grados centígrados.

Hornea las galletas por 25 minutos, o hasta que los bordes estén color dorado. Debes de estar pendiente de ellas después de 15 minutos porque con mucha facilidad se pueden dorar.

Dale vuelta a la charola o cámbialas de lugar en el horno para que se cuezan parejas.

Ya listas, deja que se enfríen antes de guardarlas en un recipiente hermético. Estas galletas son finas, delicadas, quebradizas.

Degústalas con una taza de café o de té.