El pasado sábado de gloria festejamos a mi cuñado Rafa por su cumpleaños. Para el evento le hice un Pastel de Zanahoria (su favorito)  y una Tarta Tartín.

Como la preparé en casa de mi madre, utilicé un molde muy grande, se me ocurrió ponerle manzanas de más para llenar el espacio y no aumenté ni mantequilla ni azúcar, por lo que la Tarta Tartín quedó un tanto seca, pero de buen sabor.

Ni tarde ni perezosa, regresando a casa y con la inquietud atravesada, la repetí.

Cuenta la leyenda que esta Tarta fue creada en el Hotel Tatín, en Lamotte-Beuvron, Francia en 1889, y fue producto de un descuido de las hermanas Stephanie y Caroline Tatin, que dejaron cocinar de más las manzanas para un pay. Tratando de aprovechar lo que tenían, las cubrieron con pasta y las hornearon. ¿El resultado? Al darle la vuelta apareció esta atractiva Tarta.

Va la receta:

Tarte Tatin

Tarte Tartín

Ingredientes

8 manzanas
250 gramos de azúcar mascabado
100 gramos de mantequilla
Canela recién molida
Clavo molido
Nuez Moscada recién rallada
Un trozo de Jengibre, pelado y picado finamente
400 gramos de pasta hojaldrada

Tarte Tatin

Procedimiento

Para las manzanas: pela las manzanas, pártelas en cuartos y quítales el corazón.

En el molde donde harás la Tarte Tartín coloca la mantequilla, derrítela y agrega el azúcar. Revuelve bien y agrega el jengibre picadito y las especias. Deja en la lumbre por 5 minutos y añade las manzanas. Deja las manzanas a que se cocinen a fuego medio en la miel por diez minutos, dando vuelta continuamente.

Con unas pinzas comienza a acomodar las manzanas en el fondo del molde, en círculo y con el lado redondo tocando el molde.

Extiende la masa de hojaldre del tamaño del molde y ayúdate del rodillo para pasarla sobre las manzanas. Dobla la orilla para que quede bonita.

En el centro con un palito de madera haz un hoyito, para que escape el vapor cuando comiencen a burbujear las manzanas.

Se hornea a 200 grados centígrados aproximadamente 45 minutos hasta que la masa de hojaldre tenga color.

Cuando la Tarte Tatín esté lista, voltea el molde en un plato.

Con cuidado.

Procura que tu plato sea suficientemente más grande que el molde, de tal forma que tengas margen de maniobra para voltearlo. Estamos hablando de caramelo que quema.

La Tarte Tatín suele servirse con helado de vainilla.

Nota: en realidad el número de manzanas que ocupé para la Tarte de Rafa fue equivalente a esta segunda versión, sin embargo, el tamaño de mis manzanas (muy grandes) pudo contribuir a que se resecara un poco mi tarta. Cuando añadas las manzanas a la miel, si notas que ésta no baña completamente las manzanas, es preferible que le añadas un par de cucharadas de azúcar y una cucharada de mantequilla. Si y solo si parece no tener suficiente miel.

Otra cosa que pudo contribuir a que quedara seca fue que, cuando ya estaba lista la Tarte y la volteé en el plato, mi plato no era muy grande, apenas cubría el molde…y me dio temor quemarme con el caramelo, lo que ocasionó que al menos un tercio de miel acabara en el mueble de la cocina. En fin, te cuento esto para que veas como estos pequeños detalles pueden afectar el resultado final de algo que prometía salir muy bien.